Atila el Rey de los Hunos

Rey de los hunos (c. 433-453), conocido en Occidente como 'El azote de Dios', llamado Etzel por los alemanes y Ethele por los húngaros. Era hijo de Mundzuk, un gran rey guerrero que también organizó conquistas, pero de menor magnitud a las que posteriormente realizaría su hijo menor, Atila.
Atila fue símbolo más terrible amenaza para el cristianismo: un rey que a diferencia de sus antecesores tenía esa clase de ambición desmedida que caracteriza a los gobernantes que han dejado una estela imborrable de crueldad y ferocidad guerrera en el corto tiempo que prácticamente tuvieron el poder del mundo en sus manos.
El nombre de Atila tiene diversos orígenes. Según ciertas fuentes, su padre se lo puso en honor al río Volga, aunque también puede provenir de la palabra huna que significa "hierro"
Los hunos eran una tribu nómada que seguía el curso del agua y buscaban los mejores pastos para su ganado. Siempre fue considerado como un pueblo muy guerrero y con gran afán de conquistas.
En esta época, el Imperio Romano estaba dividido en 2, Imperio Romano de Occidente(capital en Roma) e Imperio Romano de Oriente(capital en Constantinopla), que era más poderoso.
Antes del nacimiento de Atila, los hunos alcanzaron el río Danubio en incursiones contra el Imperio romano de Oriente; Los romanos necesitaban rehenes para sus ejércitos y así poder hacer frente a las invasiones que estaban penetrando en el Imperio, sobre todo de Occidente.
Era signo de simpatía y aceptación en esta época intercambiar rehenes entre los romanos y los bárbaros que irrumpían en la zona. En uno de estos intercambios, Atila fue enviado a Roma.
Por aquel entonces, los hunos ya iban adquiriendo fama de buenos guerreros y los romanos mandaron un espía a la tribu de rehenes hunos para aprender sus tácticas. Era Flavio Aecio, que en poco tiempo se hizo gran amigo de Atila. Estaban siempre juntos, hasta que en el 420 Atila volvió a su lugar de origen. En esos años, Atila aprendió el modo de vida romano, pero nunca fue de su agrado. Juró que volvería, pero esta vez para conquistarla.
La progresión de Atila fue muy rápida:
Antes de tener 20 años, ya estaba al mando del ejército huno. Entre los 20 y los 30 años, ya participaba en todas las afrentas. Con 32 años, fue 2 veces a Italia, pero no a conquistarla, fue a socorrer a su amigo Aecio. Gracias al apoyo de Atila, Aecio consiguió hacerse con el título de caudillo. Los enemigos de Aecio se convirtieron en los enemigos de Atila. Sin embargo no es que Atila tratara de tenerlos como aliados. En el 432, ya era la cabeza visible de los hunos, su líder. Los unificó, les dotó de libertad y conformó un ejército muy potente, en torno a ese mismo año habían adquirido tal poder que el tío de Atila, el rey huno Roas, o Rugilas, recibía un gran tributo anual de Roma.
Atila sucedió a su tío, compartiendo el trono al principio con su hermano Bleda, al que asesinó en el 445.
Cuando iba a tacar Roma, el Papa León I selló un acuerdo con Atila, los hunos volvieron a su lugar de origen, Panonia, y desde allí, Atila planeó con detalle la que sería su próxima conquista: Roma; y su nueva boda con Ilico , una joven y bella germana con la que contrajo matrimonio en el 453.
La mañana siguiente a su noche de bodas, Atila apareció muerto a causa de una hemorragia nasal que lo asfixió.
La muerte de Atila fue un duro golpe para su imperio y motivo de alegría para los romanos.
En día del entierro, los hunos se desgarraron la ropa, construyeron un dique en el río Volga y rodearon al difunto de sus mas preciadas pertenencias, de hierro (símbolo de su fuerza), oro y plata (símbolos de las dotes que recibían de sus conquistas)
A pesar de que los hijos de Atila intentaron hacerse con el poder, el imperio huno se descompuso rápidamente y en el 469 ya era sólo un recuerdo.
Su figura impresionó extraordinariamente a sus contemporáneos.
Abusaba del terror y de las destrucciones sistemáticas como instrumentos políticos, pero también se valía de su astucia y empleaba pretextos diplomáticos para justificar sus acciones.
Le denominaban " el azote de Dios ", y él mismo pretendía que por donde pisaba su caballo no creciera jamás la hierba.
Sin embargo era un juez juicioso e íntegro para su gente, llevaba una vida sencilla. Era una persona supersticiosa y crédula, pero se supo rodear de escribas griegos, latinos y germanos que lo aconsejaban bien.
Los historiadores mitifican su persona. Su éxito en la batalla hizo que fuera un personaje muy odiado, asociado con el terror , la barbarie ...
Pero también hay teorías muy distintas que hablan de un buen líder, buen político y persona diplomática y justa.
Hay zonas, como Hungría, en la que es considerado como un héroe .

Más información:

http://es.wikipedia.org/wiki/Atila

http://desde-afuera.blogspot.com/2007/01/atila-el-huno.html

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